El fin del Año es el comienzo de un Nuevo Ciclo. Desde el comienzo de la vida en el planeta, la humanidad ha tenido que pasar por innumerables expericiencias que le permitieron evolucionar, y aquí estamos, todos y cada uno de los que decidimos encarnar en este periodo de tiempo estamos en la constante carrera por lograr nuestros sueños.

Los sueños de nuestros antepasados eran diferentes a los nuestros, porque la vida entonces era muy diferente. No tenemos que remontarnos a la prehistoria ni al comienzo de la vida en esta Nueva Era que cuenta con tan solo Dos mil años y un poco más. Si nos vamos Cien años en el pasado, podremos ver que esa fue una época de grandes cambios, muchas pérdidas, pero también muchas ganancias. La primera guerra mundial partió en dos la historia moderna, y con ello, hubo un gran resurgimiento en todas las áreas: económica, política, social y cultural. Muchos avances, nuevas ideas y creencias, revolución social y con ello la liberación.

Pero que sucede cuando ocurren grandes eventos como estos? La Humanidad evoluciona, eleva su nivel de consciencia y se hace más fuerte y a la vez más compasiva. 

Y qué tiene que ver todo esto con el cambio de año? No mucho y todo. El nuevo año  marca no sólo un período en el calendario que es definido por la translación del planeta en el sistema solar, es la culminación de un ciclo energético, porque con el movimiento de la Tierra, las energías también se mueven, y aunque los cambios son a veces imperceptibles, sí que ocurren.

Desde donde yo lo veo, el comienzo de un nuevo año es una nueva oportunidad para seguir creciendo. No podemos cambiar el pasado, pero sí es seguro que, gracias a ese pasado, podemos aprender para no caer en lo mismo y eso nos da una perspectiva más amplia de lo que podemos esperar de este año que acaba de comenzar.

Al finalizar el año estamos llenos de expectativas y nuevos deseos, tal vez deseos que no pudimos cumplir en los 365 días que pasaron, sin embargo, siempre habrá otros 365 días por vivir y mucho más; pero lo importante de todo esto no es tener la agenda llena de compromisos, ni el tablero de visión lleno de sueños, lo importante es que aprendamos a planear con inteligencia, con los pies bien puestos sobre la tierra, para poder elevar tan alto como queramos, esa cometa llena de deseos, que sin duda, algún día se cumplirán.

Pero con todo esto, los deseos no se cumplen solos. No hay una fórmula mágica, no hay una poción milagrosa ni, como diría mi abuela “no habrá ni padresnuestros ni avemarías que valgan”, a menos que tomemos acción.

Ahora yo te pregunto: Cómo te fue anoche comiendo las doce uvas, pidiendo con cada una un deseo? Seguro que algunos de esos deseos se cumplirán, tal vez todos, no lo dudo, pero no porque te hayas comido esas uvas, esos deseos se manifestarán gracias a las elecciones que hagas y los pasos que tomes, las acciones que realices son las que determinarán la realización de tus sueños.

Entonces…. vamos a hacer un ejercicio, tú y yo, Quiero que contestes estas preguntas con toda honestidad.

Seguramente recuerdas todos los planes del año pasado, eso que pediste el 31 de Diciembre del 2018. Ahora contesta:

-Cuáles fueron tus deseos?

-Cuáles de ellos se realizaron?

-Por qué crees que no se realizaron los demás?

-Qué hiciste para que los que sí se cumplieron se llevaran a cabo?

-Estás satisfecho con el resultado?

-Qué pediste para este nuevo año?

-Qué hubieras querido que fuera diferente?

-Qué crees que debes conservar de todo lo vivido y aprendido?

-Qué crees que debes soltar o eliminar de tu vida?

-Cuáles fueron los cambios que viviste y que no esperabas?

-Qué aprendiste de todo esto?

-Qué cambió en ti?

Todas estas preguntas te ayudarán a hacer un balance de todo lo que sucedió el año pasado, pero esto no lo haces para culparte si no lograste lo anhelado, lo haces para saber qué tienes ahora, en dónde estás en este momento y qué fue eso que te trajo hasta este punto de la historia de tu vida.

La sincronía Universal no se equivoca. Nos pone en el camino todo lo que necesitamos para vivir esas experiencias que nos ayudarán a evolucionar, sin importar si son eventos alegres o dolorosos, y ellos siempre nos ayudarán a crecer.

Si lograste todo lo que planeaste, te felicito, sigue haciendo eso que te funciona, y recuerda siempre hacer todo desde del corazón, con amor y compasión, no solo por los demás, también por ti.

Si por el contrario, no pudiste lograr eso a lo que te comprometiste, entonces te felicito también, porque estás leyendo esto y eso significa que sobreviviste.

Recuerda que no hay nada en esta vida que no podamos superar, porque cada experiencia es un aprendizaje y cada lección aprendida nos lleva un paso hacia adelante y hacia arriba. 

El primer día del año, como cualquier otro día en el calendario, es una nueva oportunidad que tienes para aprender, para crecer, para cambiar, para mejorar y sobre todo, para ser feliz. 

No te deseo un feliz año cargado de cosas maravillosas, te deseo un Feliz día, para que lo vivas y lo disfrutes al máximo, para que des lo mejor de ti a cada momento, cada segundo de tu vida, para que ames cada instante a aquellos que te aman y hagas finalmente lo que siempre has querido hacer y que no has hecho por esperar el momento oportuno. Recuerda que si te quedas esperando un mejor momento, siempre estarás esperando algo mejor y nunca disfrutarás del momento que tienes ahora.

La vida solo se disfruta en el presente.

Que tengas un Maravilloso Día.

L&L